Un espacio confinado es todo
ambiente que:
a) Tiene medios limitados
para entrar y salir. Se entiende por medios limitados, a todos aquellos que no
permiten una entrada ni una salida en forma segura y rápida de todos sus
ocupantes, por ejemplo, alcantarillas, espacios cuyo ingreso o egreso sea a
través de una escalera, silleta o arnés con sistema de elevación.
b) No tiene una ventilación
natural que permita: - Asegurar una atmósfera apta para la vida humana (antes y
durante la realización de los trabajos). - Inertizarlo de manera de eliminar
toda posibilidad de incendio y/o explosión (antes y durante la realización del
trabajo).
c) No está diseñado para ser
ocupado por seres humanos en forma continua. Espacios Confinados Página 3 de 3
Además los espacios confinados pueden clasificarse atendiendo a diferentes
factores. Según sus características geométricas, se dividen en abiertos
(túneles, alcantarillas,...) o cerrados (cisternas, silos, pozos,...). En
función de los riesgos potenciales, se pueden dividir en tres clases: A, B o C,
de acuerdo al grado de peligro para la vida de los trabajadores:
Clase A: corresponde a
aquellos donde existe un inminente peligro para la vida. Generalmente riesgos
atmosféricos (gases inflamables y/o tóxicos, deficiencia o enriquecimiento de
oxigeno).
Clase B: en esta clase, los
peligros potenciales dentro del espacio confinado pueden ser de lesiones y/o
enfermedades que no comprometen la vida ni la salud y pueden controlarse a
través de los elementos de protección personal. Por ejemplo: se clasifican como
espacios confinados clase B a aquellos cuyo contenido de oxígeno, gases
inflamables y/o tóxicos, y su carga térmica están dentro de los límites
permisibles. Además, si el riesgo de derrumbe, de existir, fue controlado o
eliminado. Espacios Confinados Página 4 de 4
Clase C: esta categoría,
corresponde a los espacios confinados donde las situaciones de peligro no
exigen modificaciones especiales a los procedimientos normales de trabajo o el
uso de elementos de protección personal adicionales. Por ejemplo: tanques
nuevos y limpios, fosos abiertos al aire libre, cañerías nuevas y limpias, etc.
En otras ocasiones, la clasificación se realiza según las características ya
conocidas del espacio confinado:
Categoría: Es necesaria
autorización de entrada por escrito y un plan de trabajo diseñado
específicamente para las tareas a realizar.
Categoría: Precisa una
seguridad en el método de trabajo con un permiso para entrar sin protección
respiratoria una vez efectuadas las mediciones.
Categoría: Basándose en
inspecciones y la experiencia en estos espacios confinados se necesita
seguridad en el método de trabajo, pero no se necesita permiso de entrada. En
definitiva, un espacio confinado es un área aislada, cuya atmósfera puede ser
muy diferente de aquella que habitualmente se respira. Los espacios confinados
no están hechos en términos generales para estar habitados por el hombre, no se
les ha diseñado fácil acceso o salida, poseen pocas aberturas por lo que
generalmente la ventilación es pobre e incluso puede que el aire puro no llegue
hasta el área de trabajo. Precisamente por tener escasez de aberturas y acceso
limitado, aumentan las dificultades del operario que trabaja en su interior a
la hora de abandonarlo por una situación peligrosa.
DISEÑO DE ESPACIOS CONFINADOS
Espacios Confinados Es
importante que durante la etapa de diseño de los espacios confinados se tengan
en cuenta las definiciones anteriormente mencionadas de manera que se minimicen
los riesgos durante las posteriores reparaciones o tareas de mantenimiento. Se
deben prever salidas de tamaño y en cantidad suficiente a una altura que
permita a los trabajadores entrar y salir del espacio confinado en forma
segura. Otros aspectos a tener en cuenta son los elementos que se colocan en el
interior del espacio confinado, hay que prever la ocupación de personas para
tareas de reparación y/o limpieza.
IDENTIFICACIÓN DE LOS
ESPACIOS CONFINADOS
Teniendo en cuenta las
definiciones anteriores, deben localizarse e identificarse los espacios
confinados por medio de carteles bien visibles en todas las zonas por donde
pueda tenerse acceso a los mismos. El espacio confinado debe tener indicado
también en su exterior el nombre del producto que contiene, el rombo NFPA
indicando los niveles de riesgos de inflamabilidad, para la salud y reactividad
química, como también el círculo PERO señalando los niveles de riesgos para la
piel, estomago, respiración y ojos. Espacios Confinados
RIESGOS DE LOS ESPACIOS
CONFINADOS
En la mayoría de los casos
se asignan a los espacios confinados única y exclusivamente los riesgos
procedentes de las condiciones atmosféricas de su interior, pero dichos
espacios conllevan la confluencia de numerosos riesgos añadidos al anterior,
algunos de ellos pueden ser:
a) Atropellos con vehículos
originados por la ubicación del e.c.(registros en vías con tráfico rodado).
b) Caídas a distinto nivel
(escaleras desprovistas de aros protectores, escaleras en deficiente estado).
c) Riesgos por contacto
eléctrico directo o indirecto (falta de protección diferencial o defectos de
aislamientos).
d) Riesgos por
desprendimientos de objetos en proximidades a los accesos (herramientas).
e) Riesgos por asfixia,
inmersión o ahogamiento debido a los productos contenidos en el espacio
confinado (silos que contienen productos a granel).
f) Riesgos térmicos
(humedad, calor).
g) Riesgos por contacto con
sustancias corrosivas, acústicas.
h) Riesgos biológicos (virus,
bacterias).
i) Riesgos por golpes con
elementos fijos o móviles debido a la falta de espacio.
j) Riesgos debidos a las
condiciones meteorológicas (lluvias, tormentas).
k) Riesgos posturales
(trabajos de rodilla, en cuclillas...).
Pero sin duda alguna, los
riesgos atmosféricos son unos de los más peligrosos y los que estadísticamente
producen la mayor cantidad de accidentes.
Los riesgos atmosféricos más
comunes son:
Concentraciones de oxígeno
en la atmósfera de espacios confinados por debajo de 19,5 % (deficiencia de
oxígeno), o sobre 23,5 % (enriquecimiento de oxígeno). Gases o vapores
inflamables excediendo un 10 % de su límite inferior de expresividad (LEL).
Concentraciones en la
atmósfera de sustancias tóxicas o contaminantes por sobre el límite permitido
de exposición de la OSHA (PEL).
Residuos en forma de polvos
o neblinas que obscurezcan el ambiente disminuyendo la visión a menos de 1,5
metros.
Cualquier sustancia en la
atmósfera que provoque efectos inmediatos en la salud, irritación en los ojos, podría
impedir el escape.
Concentraciones de
determinados polvos, como los del cereal, por encima de los límites permisibles.
Atmósferas suboxigenadas
(Con deficiencia de oxígeno)
Normalmente el aire que
respiramos, contiene un 20,8 % de oxígeno por volumen, cuando en un espacio
confinado, este porcentaje está por debajo de 19,5 % de su atmósfera total, se
considera que la atmósfera tiene deficiencia de oxígeno. En estas condiciones
no puede entrar ningún trabajador sin equipo respirador autocontenido.
La disminución de
concentración de oxígeno en el espacio del ambiente confinado, puede deberse al
desplazamiento por otros gases, herrumbre, corrosión, fermentación, otras
formas de oxidación y trabajos realizados que consuman oxígeno (llamas).
De acuerdo al estado de
limpieza, contenido o trabajo que se realiza dentro del espacio confinado,
puede ser necesario realizar controles periódicos o permanentes del ambiente y
no únicamente antes de entrar.
Atmósferas sobreoxigenadas
(Enriquecidas con oxígeno)
Cuando por algún motivo, por
ejemplo, pérdidas en mangueras o válvulas, la concentración de oxígeno supera
el 23,5 %, se considera que la atmósfera está Espacios Confinados Página 9 de 9
sobreoxigenada y próxima a volverse inestable, la posibilidad y severidad de
fuego o explosión, se incrementa significativamente si la concentración en una
atmósfera, llega a valores del 28 %, los tejidos ignífugos, dejan de serlo. Por
lo tanto, los elementos, como ropa, delantales, guantes, etc., que con una
concentración normal de oxígeno (20,8 %), no son combustibles, si pueden serlo
si el porcentaje de oxígeno en la atmósfera, aumenta.
Atmósferas con gases
combustibles
Las atmósferas de los
espacios confinados que contengan gases combustibles, pueden clasificarse en
tres niveles en función del porcentaje de mezcla de gas combustible y aire y
son:
a) Nivel pobre: no hay
suficiente gas combustible en el aire como para arder.
b) Nivel rico: tiene mucho
gas y no suficiente aire.
c) Nivel explosivo: tiene
una combinación de gas y aire que forma una mezcla explosiva que en contacto
con una fuente de calor lo suficientemente intensa, puede ocasionar una
explosión
Durante el proceso de
preparación para el ingreso los espacios confinados que han contenido
sustancias combustibles, pueden pasar por estas tres etapas: mezcla rica en
vapores combustibles, mezcla explosiva y mezcla pobre.
En el espacio confinado,
puede haber en un principio, una mezcla demasiada rica por los gases generados
por la entrada de vapores de otra fuente, tuberías sin desvincular, huecos en
el fondo, escamas en las paredes (óxido), residuos en pisos, paredes techos,
cámaras para espuma, flotadores, estructuras internas, debajo del piso por
pinchaduras ó rebalses.
Para realizar trabajos en el
interior de estos espacios confinados, hay que reducir las concentraciones de
gas combustible, a menos del 10 % de su LEL (nivel mínimo de inflamabilidad),
para lo cual pueden emplearse dos métodos:
a) El lavado y
limpieza para eliminar productos residuales, que dependerá de la sustancia que
se halla contenido. Conforme a ello puede ser necesario lavarlo con agua fría,
caliente, vaporizar o neutralizar químicamente los residuos, en este caso,
todos los residuos sólidos y líquidos, deben ser dispuestos según las normas
que rigen el cuidado del medio ambiente.
b) El otro método, es de
dilución por ventilación, para ello se puede usar simplemente aire o gases
inertes. La dilución con aire tiene la ventaja de ser un método económico y sin
límites, pero la desventaja, es que en el período de dilución se hace pasar la
atmósfera del interior del espacio confinado y del lugar de venteo de estos
gases por el rango de mezcla explosiva, lo cual genera un riesgo importante
porque de haber una fuente de calor lo suficientemente intensa, puede causar
una explosión. Este método de dilución con aire es recomendable cuando no hay
fuentes de ignición en el espacio confinado ni en las proximidades y cuando el
venteo de la salida de aire y gas, es segura de acuerdo a la dirección del
viento.
La dilución con gases
inertes en los espacios confinados, tienen la ventaja de no generar peligros de
explosión en el interior del espacio confinado, pero es un método costoso,
limitado y deja en el interior una deficiencia de oxígeno, que obliga a tener
que ventear con aire después para llevar la concentración de oxígeno a los
niveles permisibles (19,5 % a 23,5 %).
En ambas formas de venteo,
todos los equipos utilizados para generarlos, deben ser equipos adecuados y
aprobados para tal fin, deben estar en buen estado y su descarga a tierra
probadamente conectada.
Atmósferas con gases
tóxicos
Este tipo de atmósferas en
particular, son las que causan la mayor cantidad de accidentes y los más
serios. La presencia de gases tóxicos en un ambiente confinado, se puede deber
a: una falta o deficiente lavado o venteo, cañerías mal desvinculadas o sin desvincular,
residuos (barros), ingreso desde otras fuentes, etc.
A continuación, se detallan
los gases tóxicos más comunes que se pueden encontrar en los espacios
confinados:
Monóxido de carbono (CO).
Un gas incoloro e inodoro
generado por la combustión de combustibles comunes con un suministro
insuficiente de aire o donde la combustión es incompleta. Es frecuentemente
liberado por accidente o mantenimiento inadecuado de mecheros o chimeneas en
espacios confinados y por máquinas de combustión interna.
Llamado el "asesino
silencioso", el envenenamiento con CO puede ocurrir repentinamente.
Sulfuro de hidrógeno (H2S)
Este gas incoloro huele como
huevos podridos, pero el olor no se toma como advertencia porque la
sensibilidad al olor desaparece rápidamente después de respirar una pequeña
cantidad de gas. Se encuentra en alcantarillas o tratamientos de aguas de
albañal y en operaciones petroquímicas. El H2S es inflamable y explosivo en
altas concentraciones. Espacios Confinados Página 13 de 13 Envenenamiento
repentino puede causar inconsciencia y paro respiratorio. En un envenenamiento
menos repentino, aparecen náuseas, malestar de estómago, irritación en los
ojos, tos, vómitos, dolor de cabeza y ampollas en los labios.
Dióxido de Azufre (SO2).
La combustión de sulfuro o
componentes que contienen sulfuro, produce este gas irritante. Exposiciones
severas resultan de tanques de autos cargados o no cargados, cilindros o líneas
rotas o con pérdidas y fumigación de barcos.
Amoníaco (NH3)
Es un fuerte irritante que
puede producir la muerte por espasmo bronquial. Pequeñas concentraciones que no
producen una irritación severa, pasan rápidamente a través de los conductos
respiratorios y metabolizan, por lo tanto en poco tiempo actúan como amoníaco.
Puede ser explosivo si los contenidos de un tanque o sistema de refrigeración
son descargados en una llama abierta.
Ácido Hidrocianhídrico (HCN).
Veneno extremadamente rápido
que interfiere con el sistema respiratorio de las células y causa asfixia
química. HCN líquido es un irritante de los ojos y la piel.
Hidrocarburos Aromáticos:
Benceno: incoloro,
inflamable, líquido volátil con un olor aromático. El envenenamiento crónico
puede ocurrir después de respirar pequeñas cantidades en un período de tiempo.
Un primer signo es la excitación, seguido de adormecimiento, malestar, vómitos,
temblores, alucinaciones, delirio e inconsciencia.
Tolueno: incoloro, líquido
inflamable con fuerte olor aromático. Produce fatiga, confusión mental,
excitación, nauseas, dolor de cabeza y malestar.
Xileno: mezcla solvente que
se asemeja al benceno en muchas propiedades físicas y químicas.
EL PERMISO DE ENTRADA AL
ESPACIO CONFINADO
Al igual que en determinados
países del mundo se requiere de un pasaporte para acceder al mismo, los
trabajos efectuados en un espacio confinado de la categoría han de efectuarse
una vez elaborado el correspondiente permiso de entrada, prohibiéndose la misma
mientras no se posea el referido documento.
Los formatos de permiso de
entrada al espacio confinado suelen diferir de unas empresas a otras, pero en
su mayoría incluyen una relación de riesgos específicos que se afrontan en su
interior, así como una serie de medidas preventivas para controlarlos,
mediciones de las condiciones atmosféricas, equipos de trabajo y protección a
emplear, medios de rescate y comunicación, lista de personas autorizadas para
acceder al interior y lista de personas implicadas en el permiso. Es evidente
que cada permiso de entrada estará elaborado para un espacio y unas tareas
concretas, así como, para un solo turno de trabajo y con un determinado horario.
PROCEDIMIENTOS DE TRABAJO Y
RECOMENDACIONES DE SEGURIDAD PARA TRABAJOS EN ESPACIOS CONFINADOS
Para completar exactamente
el permiso de entrada, y para informar a los entrantes de los riesgos
contenidos en el espacio confinado, debería elaborarse una lista de todos los
riesgos que pudieran encontrar durante la ocupación del espacio confinado antes
de la entrada.
Las personas que entran y
los vigías deben además conocer los signos y síntomas de la exposición a un
riesgo. El estudio debe ser acompañado de un documento que describa los métodos
para operar de todos los ocupantes del espacio confinado. Este documento debe
explicar en detalle toda práctica limpieza, purga y ventilación, como también
prácticas de trabajo seguro. Esto debe ser revisado por toda la gente que
participa en la entrada.
Un procedimiento formal de
seguridad debe además estar documentado para cubrir asuntos críticos de
seguridad como primeros auxilios, ducha y descontaminación y obtener el rescate
y equipamiento médico necesario.
Precauciones antes de la
entrada en un espacio confinado
Instrucción a los
trabajadores y toma de conciencia de los riesgos y su prevención
Para asegurar el
entendimiento de responsabilidades y riesgos encontrados en un espacio
confinado particular, deberían repasarse antes de la entrada por todos los
involucrados. Cada riesgo debe ser discutido con todos los entrantes
autorizados y vigías, como también las consecuencias de la exposición a cada
riesgo. Una vez completado el permiso de ingreso a espacios confinados, una de
las copias debe exhibirse en la zona donde se realiza el trabajo.
Aislamiento del área de
trabajo
Evitar riesgos que puedan
venir de zonas o sistemas adyacentes, cerrando válvulas, parando equipos,
cortando el fluido eléctrico...etc.
Limpiar y ventilar
Retirar los productos
químicos peligrosos, dejar abierta la entrada hasta conseguir una ventilación
suficiente, o forzar mecánicamente la salida de gases antes de entrar a
trabajar en estos espacios.
Medición y evaluación del
ambiente interior
Evidentemente, los riesgos
asociados a las condiciones atmosféricas del interior del espacio confinado son
los que suelen ocasionar la mayoría de los problemas, pues cada espacio cuenta
con una atmósfera diferente, y que con sólo mirarla no se puede saber si ésta
es peligrosa, ya que la mayoría de los riesgos atmosféricos son invisibles.
La única forma segura de
comprobar que una atmósfera en el interior de un espacio confinado presenta
peligro o no, es mediante el monitoreo de la misma.
Existen en el mercado una
gran variedad de instrumentos de medida para ello, de los cuales cabe destacar:
a) Sistemas Estacionarios de
Detección de Gases:
Utilizados en una gran
variedad de sectores industriales, con el fin de proporcionar máxima protección
ya sea para el personal y/o las instalaciones. Estos sistemas detectan la
presencia de gases tóxicos, gases y vapores inflamables y el defecto o exceso de
oxígeno, garantizando en cada área el trabajo seguro. Dichos sistemas
estacionarios constan de los siguientes componentes:
Sensores: Son los principales
elementos de una instalación de alarma de gas. Son determinantes, no sólo de la
precisión del sistema, sino Espacios Confinados también de los gastos de
explotación. La calidad de un sensor viene dada fundamentalmente por su
sensibilidad al gas detectado, y al mismo tiempo, por su insensibilidad frente
a cualquier otro gas que pudiera haber presente en el ambiente analizado, así
como por su duración o vida útil.
Convertidores de medida: Se utiliza para detectar
la presencia de gases tóxicos o inflamables y el defecto o exceso de oxígeno.
Destacan por incorporar sensores con bajos niveles de interferencias cruzadas,
combinados con una gran estabilidad a largo plazo y una rápida respuesta que
asegura una inmediata y fiable activación de la señal de alarma. Su vida útil
es superior a dos años, reduciendo los costes de mantenimiento al mínimo.
Existen convertidores en el mercado para diferentes tipos de gases: SH2 , CO,
O2 , Cl2 , NH3 , NO, NO2,, SO2 , CNH, FH, ClH,......
Basan su técnica de
detección mediante infrarrojos, de una gran exactitud e independientes de la
temperatura y humedad relativa presentes en la atmósfera, incluso posibilitan
su medición en atmósferas inertes.
La última generación de los
convertidores, presenta los denominados convertidores inteligentes, que no sólo
proporcionan los datos de medida a la unidad central de valoración, sino que funcionan
con las siguientes ventajas:
-Autochequeo de los
sensores.
-Libre configuración de los
márgenes de medida.
-Posibilidad de
calibración previa de los sensores.
-Calibración asistida por
ordenador.
Su homologación de seguridad
intrínseca, le permite trabajar en atmósferas explosivas.
Centrales de alarma: Son unidades modulares de
control para sistemas de detección de gases. Reciben y evalúan la información
de las mediciones individuales realizadas por cada convertidor de la
instalación. De manejo sencillo y total seguridad de funcionamiento, se hacen
indispensables en instalaciones de detección de gases, permitiendo el registro
de los resultados exactos de medición.
b) Detectores de Barrera:
Los innovadores detectores de barrera proporcionan una nueva dimensión en la
detección de gases inflamables. Estos detectores, utilizan una técnica de
infrarrojos de gran fiabilidad para la detección en "línea de visión"
de concentraciones de gas a distancias de hasta 60 m., con medición e
indicación en un instrumento simple compuesto de emisor , receptor y panel
reflector, o de hasta 120 m. con medición e indicación en un instrumento simple
compuesto por un emisor y un receptor, funcionando incluso con niveles de
oscuridad de hasta el 95%.
c) Sistemas portátiles de
detección de gases: La precisión, fiabilidad, durabilidad, robustez y fácil
manejo caracterizan a los equipos portátiles de detección de gases. Es evidente
que el olfato humano no siempre es fiable como sistema de aviso de peligro de
gases tóxicos o nocivos, el metano, por ejemplo, es un gas completamente
incoloro e inodoro, presente naturalmente en el medio ambiente en determinadas
cantidades y en ciertos lugares como plantas depuradoras, y que en combinación
con oxígeno puede formar una mezcla explosiva altamente peligrosa. Con el
empleo de estos sistemas portátiles de detección, se pueden controlar este tipo
de situaciones extremadamente peligrosas.
Estos equipos pueden ser
individuales, para detectar un sólo gas por medición, múltiples en los cuales
cada equipo puede detectar varios gases simultánea y continuamente o de
fotoionización con poder de detección de cualquier sustancia susceptible de
ionización con la energía radiada por una lámpara de luz ultravioleta.
Independientemente de éstos,
el mercado actual ofrece sistemas portátiles de detección de refrigerantes bien
sean CFC´s (SF6,R-22,R-500,R-123); HCFC´s (R-114, R-12, R-134ª) o HFC´s (R-113,
R-502, R-125).
El monitoreo inicial se
efectuará desde el exterior del espacio confinado con ayuda de un equipo
provisto de sonda, la cual se introducirá en el interior del mismo. Deben
incluir siempre el porcentaje del Límite Inferior de Explosividad (LIE),
porcentaje de O2 , niveles de monóxido de carbono (CO) y niveles de sulfuro de
Hidrogeno (SH2). Independientemente de éstos y en función de las
circunstancias, podrá ser necesario efectuar mediciones de otros posibles
contaminantes.
Las mediciones las llevará a
cabo aquella persona que conozca el equipo así como sus normas de
funcionamiento. El equipo previamente estará calibrado y funcionará
correctamente, desechando el mismo ante cualquier duda que pueda planteársenos.
Habrá que extremar las precauciones en aquellos espacios confinados que hayan
permanecido cerrados durante largo periodo de tiempo, debido a las posibles
acumulaciones o emanaciones bruscas que se puedan ocasionar.
Dado que los tiempos de
exposición en este tipo de actividad son muy variables (raramente superan las
ocho horas diarias), los criterios de valoración deben analizarse para cada
caso en concreto, no obstante, hay una serie de parámetros que se deben cumplir
obligatoriamente y que son: - El porcentaje del L.I.E. no debe ser nunca mayor
del 10 %. - El porcentaje de O2 no debe bajar de 19,5 % ni superar el 23,5 %.
Para las sustancias que puedan representar riesgo de intoxicación se puede
recurrir al Documento de Límites de Exposición Laboral a Contaminantes Químicos
editado por el I.N.S.H.T. al objeto de ver sus valores VLAED o VLAEC. DEFINICIÓN DE
ESPACIO CONFINADO
Un espacio confinado es todo
ambiente que:
a) Tiene medios limitados
para entrar y salir. Se entiende por medios limitados, a todos aquellos que no
permiten una entrada ni una salida en forma segura y rápida de todos sus
ocupantes, por ejemplo, alcantarillas, espacios cuyo ingreso o egreso sea a
través de una escalera, silleta o arnés con sistema de elevación.
b) No tiene una ventilación
natural que permita: - Asegurar una atmósfera apta para la vida humana (antes y
durante la realización de los trabajos). - Inertizarlo de manera de eliminar
toda posibilidad de incendio y/o explosión (antes y durante la realización del
trabajo).
c) No está diseñado para ser
ocupado por seres humanos en forma continua. Espacios Confinados Página 3 de 3
Además los espacios confinados pueden clasificarse atendiendo a diferentes
factores. Según sus características geométricas, se dividen en abiertos
(túneles, alcantarillas,...) o cerrados (cisternas, silos, pozos,...). En
función de los riesgos potenciales, se pueden dividir en tres clases: A, B o C,
de acuerdo al grado de peligro para la vida de los trabajadores:
Clase A: corresponde a
aquellos donde existe un inminente peligro para la vida. Generalmente riesgos
atmosféricos (gases inflamables y/o tóxicos, deficiencia o enriquecimiento de
oxigeno).
Clase B: en esta clase, los
peligros potenciales dentro del espacio confinado pueden ser de lesiones y/o
enfermedades que no comprometen la vida ni la salud y pueden controlarse a
través de los elementos de protección personal. Por ejemplo: se clasifican como
espacios confinados clase B a aquellos cuyo contenido de oxígeno, gases
inflamables y/o tóxicos, y su carga térmica están dentro de los límites
permisibles. Además, si el riesgo de derrumbe, de existir, fue controlado o
eliminado. Espacios Confinados Página 4 de 4
Clase C: esta categoría,
corresponde a los espacios confinados donde las situaciones de peligro no
exigen modificaciones especiales a los procedimientos normales de trabajo o el
uso de elementos de protección personal adicionales. Por ejemplo: tanques
nuevos y limpios, fosos abiertos al aire libre, cañerías nuevas y limpias, etc.
En otras ocasiones, la clasificación se realiza según las características ya conocidas
del espacio confinado:
Categoría: Es necesaria
autorización de entrada por escrito y un plan de trabajo diseñado
específicamente para las tareas a realizar.
Categoría: Precisa una
seguridad en el método de trabajo con un permiso para entrar sin protección
respiratoria una vez efectuadas las mediciones.
Categoría: Basándose en
inspecciones y la experiencia en estos espacios confinados se necesita
seguridad en el método de trabajo, pero no se necesita permiso de entrada. En
definitiva, un espacio confinado es un área aislada, cuya atmósfera puede ser
muy diferente de aquella que habitualmente se respira. Los espacios confinados
no están hechos en términos generales para estar habitados por el hombre, no se
les ha diseñado fácil acceso o salida, poseen pocas aberturas por lo que
generalmente la ventilación es pobre e incluso puede que el aire puro no llegue
hasta el área de trabajo. Precisamente por tener escasez de aberturas y acceso
limitado, aumentan las dificultades del operario que trabaja en su interior a
la hora de abandonarlo por una situación peligrosa.
DISEÑO DE ESPACIOS CONFINADOS
Espacios Confinados Es
importante que durante la etapa de diseño de los espacios confinados se tengan
en cuenta las definiciones anteriormente mencionadas de manera que se minimicen
los riesgos durante las posteriores reparaciones o tareas de mantenimiento. Se
deben prever salidas de tamaño y en cantidad suficiente a una altura que
permita a los trabajadores entrar y salir del espacio confinado en forma
segura. Otros aspectos a tener en cuenta son los elementos que se colocan en el
interior del espacio confinado, hay que prever la ocupación de personas para
tareas de reparación y/o limpieza.
IDENTIFICACIÓN DE LOS
ESPACIOS CONFINADOS
Teniendo en cuenta las
definiciones anteriores, deben localizarse e identificarse los espacios
confinados por medio de carteles bien visibles en todas las zonas por donde
pueda tenerse acceso a los mismos. El espacio confinado debe tener indicado
también en su exterior el nombre del producto que contiene, el rombo NFPA
indicando los niveles de riesgos de inflamabilidad, para la salud y reactividad
química, como también el círculo PERO señalando los niveles de riesgos para la
piel, estomago, respiración y ojos. Espacios Confinados
RIESGOS DE LOS ESPACIOS
CONFINADOS
En la mayoría de los casos
se asignan a los espacios confinados única y exclusivamente los riesgos
procedentes de las condiciones atmosféricas de su interior, pero dichos
espacios conllevan la confluencia de numerosos riesgos añadidos al anterior,
algunos de ellos pueden ser:
a) Atropellos con vehículos
originados por la ubicación del e.c.(registros en vías con tráfico rodado).
b) Caídas a distinto nivel
(escaleras desprovistas de aros protectores, escaleras en deficiente estado).
c) Riesgos por contacto
eléctrico directo o indirecto (falta de protección diferencial o defectos de
aislamientos).
d) Riesgos por
desprendimientos de objetos en proximidades a los accesos (herramientas).
e) Riesgos por asfixia,
inmersión o ahogamiento debido a los productos contenidos en el espacio
confinado (silos que contienen productos a granel).
f) Riesgos térmicos
(humedad, calor).
g) Riesgos por contacto con
sustancias corrosivas, acústicas.
h) Riesgos biológicos
(virus, bacterias).
i) Riesgos por golpes con
elementos fijos o móviles debido a la falta de espacio.
j) Riesgos debidos a las
condiciones meteorológicas (lluvias, tormentas).
k) Riesgos posturales (trabajos
de rodilla, en cuclillas...).
Pero sin duda alguna, los
riesgos atmosféricos son unos de los más peligrosos y los que estadísticamente
producen la mayor cantidad de accidentes.
Los riesgos atmosféricos más
comunes son:
Concentraciones de oxígeno en
la atmósfera de espacios confinados por debajo de 19,5 % (deficiencia de
oxígeno), o sobre 23,5 % (enriquecimiento de oxígeno). Gases o vapores
inflamables excediendo un 10 % de su límite inferior de expresividad (LEL).
Concentraciones en la
atmósfera de sustancias tóxicas o contaminantes por sobre el límite permitido
de exposición de la OSHA (PEL).
Residuos en forma de polvos
o neblinas que obscurezcan el ambiente disminuyendo la visión a menos de 1,5
metros.
Cualquier sustancia en la
atmósfera que provoque efectos inmediatos en la salud, irritación en los ojos,
podría impedir el escape.
Concentraciones de
determinados polvos, como los del cereal, por encima de los límites permisibles.
Atmósferas suboxigenadas
(Con deficiencia de oxígeno)
Normalmente el aire que
respiramos, contiene un 20,8 % de oxígeno por volumen, cuando en un espacio
confinado, este porcentaje está por debajo de 19,5 % de su atmósfera total, se
considera que la atmósfera tiene deficiencia de oxígeno. En estas condiciones
no puede entrar ningún trabajador sin equipo respirador autocontenido.
La disminución de
concentración de oxígeno en el espacio del ambiente confinado, puede deberse al
desplazamiento por otros gases, herrumbre, corrosión, fermentación, otras
formas de oxidación y trabajos realizados que consuman oxígeno (llamas).
De acuerdo al estado de
limpieza, contenido o trabajo que se realiza dentro del espacio confinado,
puede ser necesario realizar controles periódicos o permanentes del ambiente y
no únicamente antes de entrar.
Atmósferas sobreoxigenadas
(Enriquecidas con oxígeno)
Cuando por algún motivo, por
ejemplo, pérdidas en mangueras o válvulas, la concentración de oxígeno supera
el 23,5 %, se considera que la atmósfera está Espacios Confinados Página 9 de 9
sobreoxigenada y próxima a volverse inestable, la posibilidad y severidad de
fuego o explosión, se incrementa significativamente si la concentración en una
atmósfera, llega a valores del 28 %, los tejidos ignífugos, dejan de serlo. Por
lo tanto, los elementos, como ropa, delantales, guantes, etc., que con una
concentración normal de oxígeno (20,8 %), no son combustibles, si pueden serlo
si el porcentaje de oxígeno en la atmósfera, aumenta.
Atmósferas con gases
combustibles
Las atmósferas de los
espacios confinados que contengan gases combustibles, pueden clasificarse en
tres niveles en función del porcentaje de mezcla de gas combustible y aire y
son:
a) Nivel pobre: no hay
suficiente gas combustible en el aire como para arder.
b) Nivel rico: tiene mucho
gas y no suficiente aire.
c) Nivel explosivo: tiene
una combinación de gas y aire que forma una mezcla explosiva que en contacto
con una fuente de calor lo suficientemente intensa, puede ocasionar una
explosión
Durante el proceso de
preparación para el ingreso los espacios confinados que han contenido
sustancias combustibles, pueden pasar por estas tres etapas: mezcla rica en
vapores combustibles, mezcla explosiva y mezcla pobre.
En el espacio confinado,
puede haber en un principio, una mezcla demasiada rica por los gases generados
por la entrada de vapores de otra fuente, tuberías sin desvincular, huecos en
el fondo, escamas en las paredes (óxido), residuos en pisos, paredes techos,
cámaras para espuma, flotadores, estructuras internas, debajo del piso por pinchaduras
ó rebalses.
Para realizar trabajos en el
interior de estos espacios confinados, hay que reducir las concentraciones de
gas combustible, a menos del 10 % de su LEL (nivel mínimo de inflamabilidad),
para lo cual pueden emplearse dos métodos:
a) El lavado y
limpieza para eliminar productos residuales, que dependerá de la sustancia que
se halla contenido. Conforme a ello puede ser necesario lavarlo con agua fría,
caliente, vaporizar o neutralizar químicamente los residuos, en este caso,
todos los residuos sólidos y líquidos, deben ser dispuestos según las normas
que rigen el cuidado del medio ambiente.
b) El otro método, es de
dilución por ventilación, para ello se puede usar simplemente aire o gases
inertes. La dilución con aire tiene la ventaja de ser un método económico y sin
límites, pero la desventaja, es que en el período de dilución se hace pasar la
atmósfera del interior del espacio confinado y del lugar de venteo de estos
gases por el rango de mezcla explosiva, lo cual genera un riesgo importante
porque de haber una fuente de calor lo suficientemente intensa, puede causar
una explosión. Este método de dilución con aire es recomendable cuando no hay
fuentes de ignición en el espacio confinado ni en las proximidades y cuando el
venteo de la salida de aire y gas, es segura de acuerdo a la dirección del
viento.
La dilución con gases
inertes en los espacios confinados, tienen la ventaja de no generar peligros de
explosión en el interior del espacio confinado, pero es un método costoso,
limitado y deja en el interior una deficiencia de oxígeno, que obliga a tener
que ventear con aire después para llevar la concentración de oxígeno a los
niveles permisibles (19,5 % a 23,5 %).
En ambas formas de venteo,
todos los equipos utilizados para generarlos, deben ser equipos adecuados y
aprobados para tal fin, deben estar en buen estado y su descarga a tierra
probadamente conectada.
Atmósferas con gases
tóxicos
Este tipo de atmósferas en
particular, son las que causan la mayor cantidad de accidentes y los más serios.
La presencia de gases tóxicos en un ambiente confinado, se puede deber a: una
falta o deficiente lavado o venteo, cañerías mal desvinculadas o sin
desvincular, residuos (barros), ingreso desde otras fuentes, etc.
A continuación, se detallan
los gases tóxicos más comunes que se pueden encontrar en los espacios
confinados:
Monóxido de carbono (CO).
Un gas incoloro e inodoro
generado por la combustión de combustibles comunes con un suministro
insuficiente de aire o donde la combustión es incompleta. Es frecuentemente
liberado por accidente o mantenimiento inadecuado de mecheros o chimeneas en
espacios confinados y por máquinas de combustión interna.
Llamado el "asesino
silencioso", el envenenamiento con CO puede ocurrir repentinamente.
Sulfuro de hidrógeno (H2S)
Este gas incoloro huele como
huevos podridos, pero el olor no se toma como advertencia porque la
sensibilidad al olor desaparece rápidamente después de respirar una pequeña
cantidad de gas. Se encuentra en alcantarillas o tratamientos de aguas de
albañal y en operaciones petroquímicas. El H2S es inflamable y explosivo en
altas concentraciones. Espacios Confinados Página 13 de 13 Envenenamiento
repentino puede causar inconsciencia y paro respiratorio. En un envenenamiento
menos repentino, aparecen náuseas, malestar de estómago, irritación en los
ojos, tos, vómitos, dolor de cabeza y ampollas en los labios.
Sulfuro de hidrógeno (H2S)
Este gas incoloro huele como
huevos podridos, pero el olor no se toma como advertencia porque la sensibilidad
al olor desaparece rápidamente después de respirar una pequeña cantidad de gas.
Se encuentra en alcantarillas o tratamientos de aguas de albañal y en
operaciones petroquímicas. El H2S es inflamable y explosivo en altas
concentraciones. Espacios Confinados Página 13 de 13 Envenenamiento repentino
puede causar inconsciencia y paro respiratorio. En un envenenamiento menos
repentino, aparecen náuseas, malestar de estómago, irritación en los ojos, tos,
vómitos, dolor de cabeza y ampollas en los labios.
Amoníaco (NH3)
Es un fuerte irritante que
puede producir la muerte por espasmo bronquial. Pequeñas concentraciones que no
producen una irritación severa, pasan rápidamente a través de los conductos
respiratorios y metabolizan, por lo tanto en poco tiempo actúan como amoníaco.
Puede ser explosivo si los contenidos de un tanque o sistema de refrigeración
son descargados en una llama abierta.
Ácido Hidrocianhídrico (HCN).
Veneno extremadamente rápido que
interfiere con el sistema respiratorio de las células y causa asfixia química.
HCN líquido es un irritante de los ojos y la piel.
Hidrocarburos Aromáticos:
Benceno: incoloro, inflamable, líquido
volátil con un olor aromático. El envenenamiento crónico puede ocurrir después
de respirar pequeñas cantidades en un período de tiempo. Un primer signo es la
excitación, seguido de adormecimiento, malestar, vómitos, temblores,
alucinaciones, delirio e inconsciencia.
Tolueno: incoloro, líquido inflamable
con fuerte olor aromático. Produce fatiga, confusión mental, excitación, nauseas,
dolor de cabeza y malestar.
Xileno: mezcla solvente que se asemeja
al benceno en muchas propiedades físicas y químicas.
EL PERMISO DE ENTRADA AL ESPACIO
CONFINADO
Al igual que en determinados países del
mundo se requiere de un pasaporte para acceder al mismo, los trabajos
efectuados en un espacio confinado de la categoría han de efectuarse una vez
elaborado el correspondiente permiso de entrada, prohibiéndose la misma
mientras no se posea el referido documento.
Los formatos de permiso de entrada al
espacio confinado suelen diferir de unas empresas a otras, pero en su mayoría
incluyen una relación de riesgos específicos que se afrontan en su interior,
así como una serie de medidas preventivas para controlarlos, mediciones de las
condiciones atmosféricas, equipos de trabajo y protección a emplear, medios de
rescate y comunicación, lista de personas autorizadas para acceder al interior
y lista de personas implicadas en el permiso. Es evidente que cada permiso de
entrada estará elaborado para un espacio y unas tareas concretas, así como,
para un solo turno de trabajo y con un determinado horario.
PROCEDIMIENTOS DE TRABAJO Y
RECOMENDACIONES DE SEGURIDAD PARA TRABAJOS EN ESPACIOS CONFINADOS
Para completar exactamente el permiso de
entrada, y para informar a los entrantes de los riesgos contenidos en el
espacio confinado, debería elaborarse una lista de todos los riesgos que
pudieran encontrar durante la ocupación del espacio confinado antes de la
entrada.
Las personas que entran y los vigías
deben además conocer los signos y síntomas de la exposición a un riesgo. El
estudio debe ser acompañado de un documento que describa los métodos para
operar de todos los ocupantes del espacio confinado. Este documento debe
explicar en detalle toda práctica limpieza, purga y ventilación, como también
prácticas de trabajo seguro. Esto debe ser revisado por toda la gente que
participa en la entrada.
Un procedimiento formal de seguridad
debe además estar documentado para cubrir asuntos críticos de seguridad como
primeros auxilios, ducha y descontaminación y obtener el rescate y equipamiento
médico necesario.
Precauciones antes de la entrada en un
espacio confinado
Instrucción a los trabajadores y toma de
conciencia de los riesgos y su prevención
Para asegurar el entendimiento de
responsabilidades y riesgos encontrados en un espacio confinado particular,
deberían repasarse antes de la entrada por todos los involucrados. Cada riesgo
debe ser discutido con todos los entrantes autorizados y vigías, como también
las consecuencias de la exposición a cada riesgo. Una vez completado el permiso
de ingreso a espacios confinados, una de las copias debe exhibirse en la zona
donde se realiza el trabajo.
Aislamiento del área de trabajo
Evitar riesgos que puedan venir de zonas
o sistemas adyacentes, cerrando válvulas, parando equipos, cortando el fluido
eléctrico...etc.
Limpiar y ventilar
Retirar los productos químicos
peligrosos, dejar abierta la entrada hasta conseguir una ventilación
suficiente, o forzar mecánicamente la salida de gases antes de entrar a
trabajar en estos espacios.
Medición y evaluación del ambiente
interior
Evidentemente, los riesgos asociados a
las condiciones atmosféricas del interior del espacio confinado son los que
suelen ocasionar la mayoría de los problemas, pues cada espacio cuenta con una
atmósfera diferente, y que con sólo mirarla no se puede saber si ésta es
peligrosa, ya que la mayoría de los riesgos atmosféricos son invisibles.
La única forma segura de comprobar que
una atmósfera en el interior de un espacio confinado presenta peligro o no, es
mediante el monitoreo de la misma.
Existen en el mercado una gran variedad
de instrumentos de medida para ello, de los cuales cabe destacar:
a) Sistemas Estacionarios de Detección
de Gases:
Utilizados en una gran variedad de
sectores industriales, con el fin de proporcionar máxima protección ya sea para
el personal y/o las instalaciones. Estos sistemas detectan la presencia de
gases tóxicos, gases y vapores inflamables y el defecto o exceso de oxígeno,
garantizando en cada área el trabajo seguro. Dichos sistemas estacionarios
constan de los siguientes componentes:
Sensores: Son los principales elementos de una
instalación de alarma de gas. Son determinantes, no sólo de la precisión del
sistema, sino Espacios Confinados también de los gastos de explotación. La
calidad de un sensor viene dada fundamentalmente por su sensibilidad al gas
detectado, y al mismo tiempo, por su insensibilidad frente a cualquier otro gas
que pudiera haber presente en el ambiente analizado, así como por su duración o
vida útil.
Convertidores de medida: Se utiliza para detectar la presencia
de gases tóxicos o inflamables y el defecto o exceso de oxígeno. Destacan por
incorporar sensores con bajos niveles de interferencias cruzadas, combinados
con una gran estabilidad a largo plazo y una rápida respuesta que asegura una
inmediata y fiable activación de la señal de alarma. Su vida útil es superior a
dos años, reduciendo los costes de mantenimiento al mínimo. Existen
convertidores en el mercado para diferentes tipos de gases: SH2 , CO, O2 , Cl2
, NH3 , NO, NO2,, SO2 , CNH, FH, ClH,......
Basan su técnica de detección mediante
infrarrojos, de una gran exactitud e independientes de la temperatura y humedad
relativa presentes en la atmósfera, incluso posibilitan su medición en
atmósferas inertes.
La última generación de los
convertidores, presenta los denominados convertidores inteligentes, que no sólo
proporcionan los datos de medida a la unidad central de valoración, sino que
funcionan con las siguientes ventajas:
-Autochequeo de los sensores.
-Libre configuración de los márgenes de
medida.
-Posibilidad de calibración previa
de los sensores.
-Calibración asistida por ordenador.
Su homologación de seguridad intrínseca,
le permite trabajar en atmósferas explosivas.
Centrales de alarma: Son unidades modulares de control para
sistemas de detección de gases. Reciben y evalúan la información de las
mediciones individuales realizadas por cada convertidor de la instalación. De
manejo sencillo y total seguridad de funcionamiento, se hacen indispensables en
instalaciones de detección de gases, permitiendo el registro de los resultados
exactos de medición.
b) Detectores de Barrera: Los
innovadores detectores de barrera proporcionan una nueva dimensión en la
detección de gases inflamables. Estos detectores, utilizan una técnica de
infrarrojos de gran fiabilidad para la detección en "línea de visión"
de concentraciones de gas a distancias de hasta 60 m., con medición e
indicación en un instrumento simple compuesto de emisor , receptor y panel
reflector, o de hasta 120 m. con medición e indicación en un instrumento simple
compuesto por un emisor y un receptor, funcionando incluso con niveles de
oscuridad de hasta el 95%.
c) Sistemas portátiles de detección de
gases: La precisión, fiabilidad, durabilidad, robustez y fácil manejo
caracterizan a los equipos portátiles de detección de gases. Es evidente que el
olfato humano no siempre es fiable como sistema de aviso de peligro de gases
tóxicos o nocivos, el metano, por ejemplo, es un gas completamente incoloro e
inodoro, presente naturalmente en el medio ambiente en determinadas cantidades
y en ciertos lugares como plantas depuradoras, y que en combinación con oxígeno
puede formar una mezcla explosiva altamente peligrosa. Con el empleo de estos
sistemas portátiles de detección, se pueden controlar este tipo de situaciones
extremadamente peligrosas.
Estos equipos pueden ser individuales,
para detectar un sólo gas por medición, múltiples en los cuales cada equipo
puede detectar varios gases simultánea y continuamente o de fotoionización con
poder de detección de cualquier sustancia susceptible de ionización con la
energía radiada por una lámpara de luz ultravioleta.
Independientemente de éstos, el mercado
actual ofrece sistemas portátiles de detección de refrigerantes bien sean CFC´s
(SF6,R-22,R-500,R-123); HCFC´s (R-114, R-12, R-134ª) o HFC´s (R-113, R-502,
R-125).
El monitoreo inicial se efectuará desde
el exterior del espacio confinado con ayuda de un equipo provisto de sonda, la
cual se introducirá en el interior del mismo. Deben incluir siempre el
porcentaje del Límite Inferior de Explosividad (LIE), porcentaje de O2 ,
niveles de monóxido de carbono (CO) y niveles de sulfuro de Hidrogeno (SH2).
Independientemente de éstos y en función de las circunstancias, podrá ser
necesario efectuar mediciones de otros posibles contaminantes.
Las mediciones las llevará a cabo
aquella persona que conozca el equipo así como sus normas de funcionamiento. El
equipo previamente estará calibrado y funcionará correctamente, desechando el
mismo ante cualquier duda que pueda planteársenos. Habrá que extremar las
precauciones en aquellos espacios confinados que hayan permanecido cerrados
durante largo periodo de tiempo, debido a las posibles acumulaciones o
emanaciones bruscas que se puedan ocasionar.
Dado que los tiempos de
exposición en este tipo de actividad son muy variables (raramente superan las
ocho horas diarias), los criterios de valoración deben analizarse para cada
caso en concreto, no obstante, hay una serie de parámetros que se deben cumplir
obligatoriamente y que son: - El porcentaje del L.I.E. no debe ser nunca mayor
del 10 %. - El porcentaje de O2 no debe bajar de 19,5 % ni superar el 23,5 %.
Para las sustancias que puedan representar riesgo de intoxicación se puede
recurrir al Documento de Límites de Exposición Laboral a Contaminantes Químicos
editado por el I.N.S.H.T. al objeto de ver sus valores VLAED o VLAEC.
Un espacio confinado es todo
ambiente que:
a) Tiene medios limitados
para entrar y salir. Se entiende por medios limitados, a todos aquellos que no
permiten una entrada ni una salida en forma segura y rápida de todos sus
ocupantes, por ejemplo, alcantarillas, espacios cuyo ingreso o egreso sea a través
de una escalera, silleta o arnés con sistema de elevación.
b) No tiene una ventilación
natural que permita: - Asegurar una atmósfera apta para la vida humana (antes y
durante la realización de los trabajos). - Inertizarlo de manera de eliminar
toda posibilidad de incendio y/o explosión (antes y durante la realización del
trabajo).
c) No está diseñado para ser
ocupado por seres humanos en forma continua. Espacios Confinados Página 3 de 3
Además los espacios confinados pueden clasificarse atendiendo a diferentes
factores. Según sus características geométricas, se dividen en abiertos
(túneles, alcantarillas,...) o cerrados (cisternas, silos, pozos,...). En
función de los riesgos potenciales, se pueden dividir en tres clases: A, B o C,
de acuerdo al grado de peligro para la vida de los trabajadores:
Clase A: corresponde a
aquellos donde existe un inminente peligro para la vida. Generalmente riesgos
atmosféricos (gases inflamables y/o tóxicos, deficiencia o enriquecimiento de
oxigeno).
Clase B: en esta clase, los
peligros potenciales dentro del espacio confinado pueden ser de lesiones y/o
enfermedades que no comprometen la vida ni la salud y pueden controlarse a
través de los elementos de protección personal. Por ejemplo: se clasifican como
espacios confinados clase B a aquellos cuyo contenido de oxígeno, gases
inflamables y/o tóxicos, y su carga térmica están dentro de los límites
permisibles. Además, si el riesgo de derrumbe, de existir, fue controlado o
eliminado.
Clase C: esta categoría,
corresponde a los espacios confinados donde las situaciones de peligro no
exigen modificaciones especiales a los procedimientos normales de trabajo o el
uso de elementos de protección personal adicionales. Por ejemplo: tanques
nuevos y limpios, fosos abiertos al aire libre, cañerías nuevas y limpias, etc.
En otras ocasiones, la clasificación se realiza según las características ya
conocidas del espacio confinado:
Categoría: Es necesaria
autorización de entrada por escrito y un plan de trabajo diseñado específicamente
para las tareas a realizar.
Categoría: Precisa una
seguridad en el método de trabajo con un permiso para entrar sin protección
respiratoria una vez efectuadas las mediciones.
Categoría: Basándose en
inspecciones y la experiencia en estos espacios confinados se necesita
seguridad en el método de trabajo, pero no se necesita permiso de entrada. En
definitiva, un espacio confinado es un área aislada, cuya atmósfera puede ser
muy diferente de aquella que habitualmente se respira. Los espacios confinados
no están hechos en términos generales para estar habitados por el hombre, no se
les ha diseñado fácil acceso o salida, poseen pocas aberturas por lo que
generalmente la ventilación es pobre e incluso puede que el aire puro no llegue
hasta el área de trabajo. Precisamente por tener escasez de aberturas y acceso
limitado, aumentan las dificultades del operario que trabaja en su interior a
la hora de abandonarlo por una situación peligrosa.
DISEÑO DE ESPACIOS
CONFINADOS
Es importante que durante la
etapa de diseño de los espacios confinados se tengan en cuenta las definiciones
anteriormente mencionadas de manera que se minimicen los riesgos durante las
posteriores reparaciones o tareas de mantenimiento. Se deben prever salidas de
tamaño y en cantidad suficiente a una altura que permita a los trabajadores
entrar y salir del espacio confinado en forma segura. Otros aspectos a tener en
cuenta son los elementos que se colocan en el interior del espacio confinado,
hay que prever la ocupación de personas para tareas de reparación y/o limpieza.
IDENTIFICACIÓN DE LOS
ESPACIOS CONFINADOS
Teniendo en cuenta las
definiciones anteriores, deben localizarse e identificarse los espacios
confinados por medio de carteles bien visibles en todas las zonas por donde
pueda tenerse acceso a los mismos. El espacio confinado debe tener indicado
también en su exterior el nombre del producto que contiene, el rombo NFPA
indicando los niveles de riesgos de inflamabilidad, para la salud y reactividad
química, como también el círculo PERO señalando los niveles de riesgos para la
piel, estomago, respiración y ojos. Espacios Confinados
RIESGOS DE LOS ESPACIOS
CONFINADOS
En la mayoría de los casos
se asignan a los espacios confinados única y exclusivamente los riesgos
procedentes de las condiciones atmosféricas de su interior, pero dichos
espacios conllevan la confluencia de numerosos riesgos añadidos al anterior,
algunos de ellos pueden ser:
a) Atropellos con vehículos
originados por la ubicación del e.c.(registros en vías con tráfico rodado).
b) Caídas a distinto nivel
(escaleras desprovistas de aros protectores, escaleras en deficiente estado).
c) Riesgos por contacto
eléctrico directo o indirecto (falta de protección diferencial o defectos de
aislamientos).
d) Riesgos por
desprendimientos de objetos en proximidades a los accesos (herramientas).
f) Riesgos térmicos
(humedad, calor).
g) Riesgos por contacto con
sustancias corrosivas, acústicas.
h) Riesgos biológicos
(virus, bacterias).
i) Riesgos por golpes con
elementos fijos o móviles debido a la falta de espacio.
j) Riesgos debidos a las
condiciones meteorológicas (lluvias, tormentas).
k) Riesgos postulares (trabajos
de rodilla, en cuclillas...).
Pero sin duda alguna, los
riesgos atmosféricos son unos de los más peligrosos y los que estadísticamente
producen la mayor cantidad de accidentes.
Los riesgos atmosféricos más
comunes son:
Concentraciones de oxígeno
en la atmósfera de espacios confinados por debajo de 19,5 % (deficiencia de
oxígeno), o sobre 23,5 % (enriquecimiento de oxígeno). Gases o vapores
inflamables excediendo un 10 % de su límite inferior de expresividad (LEL).
Concentraciones en la
atmósfera de sustancias tóxicas o contaminantes por sobre el límite permitido
de exposición de la OSHA (PEL).
Residuos en forma de polvos
o neblinas que obscurezcan el ambiente disminuyendo la visión a menos de 1,5
metros.
Cualquier sustancia en la
atmósfera que provoque efectos inmediatos en la salud, irritación en los ojos,
podría impedir el escape.
Concentraciones de
determinados polvos, como los del cereal, por encima de los límites permisibles.
EL PERMISO DE ENTRADA AL
ESPACIO CONFINADO
Al igual que en determinados
países del mundo se requiere de un pasaporte para acceder al mismo, los
trabajos efectuados en un espacio confinado de la categoría han de efectuarse
una vez elaborado el correspondiente permiso de entrada, prohibiéndose la misma
mientras no se posea el referido documento. Los formatos de permiso de entrada
al espacio confinado suelen diferir de unas empresas a otras, pero en su
mayoría incluyen una relación de riesgos específicos que se afrontan en su interior,
así como una serie de medidas preventivas para controlarlos, mediciones de las
condiciones atmosféricas, equipos de trabajo y protección a emplear, medios de
rescate y comunicación, lista de personas autorizadas para acceder al interior
y lista de personas implicadas en el permiso. Es evidente que cada permiso de
entrada estará elaborado para un espacio y unas tareas concretas, así como,
para un solo turno de trabajo y con un determinado horario. Vital importancia
tiene observar minuciosamente todas y cada una de las instrucciones que en él
se detallan, no pasando por alto ninguna de ellas. El I.N.S.H.T. en su N.T.P.
nº 30 establece un modelo de Permiso para trabajos especiales (P.T.E) que puede
ser de gran utilidad para afrontar tareas en el interior de espacios confinados:
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